‘Sueños de Pimpolina’, un espectáculo que nos recuerda el derecho de las personas a soñar
*** Propuesta escénica en la que confluyeron la pantomima blanca, la técnica del clown y la comedia física
*** Las funciones se llevaron a cabo el 9 y 10 de abril, en el Teatro de las Artes del Cenart
El Centro Nacional de las Artes (Cenart), institución de la Secretaría de Cultura, presentó dos únicas funciones de Sueños de Pimpolina, una propuesta escénica en la que confluyen la pantomima blanca, la técnica del clown y la comedia física, de la autoría y dirección de Andrea Christiansen. Las funciones fueron el sábado 9 y domingo 10 de abril, en el Teatro de las Artes.
Sueños de Pimpolina parte de una rutina tradicional de circo para entretejer una historia que nos habla de temas de gran actualidad: la violencia de género, el autoritarismo y la arbitrariedad, la libertad y el derecho a soñar.
La acción transcurre en algún lugar del mundo, en una pista de circo en donde Gruñón (el jefe de pista) y la payasa Pimpolina se encuentran. Ella es una payasita inquieta y soñadora dispuesta a disfrutar de cualquier momento en cualquier lugar. Él es un señor “prohíbelo todo” que se molesta al ver la alegría de ella y su capacidad de generar momentos mágicos de la nada.
En el vaivén entre quien prohíbe y quien busca las mil y una formas de verse libre, el público tiene gran protagonismo, pues niñas y niños defienden a la payasita y los adultos aplauden entusiasmados las ocurrencias del público infantil. A través de la pantomima y la ejecución de diversos instrumentos musicales, los personajes van hilando una narración que es clara, aunque no menos compleja.
Andrea Christiansen (Córdoba, Argentina) llegó a México en 1978. Inspirada en Julieta Massina logró sorprender a niños y adultos con su personaje de Pimpolina, payasa-mimo. Desde entonces ha desarrollado un estilo de humor sutil y refinado, en el que confluyen comicidad, ternura y poesía. Sin utilizar la palabra, crea metáforas sobre las cosas más simples de la vida. En su primer centenario, el Circo Atayde Hnos. la presentó como la Máxima Mujer Payasa de Latinoamérica. “El clown es transgresión, libertad y rebeldía. Inventa sus propias reglas para crear su universo propio”, dice Andrea Christiansen.
En su libro La poética del payaso. Su universo interior (Fonca 2009), Christiansen hace una profunda reflexión sobre el clown, el circo y sus símbolos. Estudió la técnica de Jack Lecoq y en sus espectáculos integra la pantomima blanca, el clown y la manipulación de objetos. Recibió el Premio Nacional de Pantomima 1997, otorgado por la OMIM, INBA, ITI UNESCO y UNAM.
En 2013 creó con gran éxito el Festival Internacional de la Risa. En 2016 realizó una gira nacional con el espectáculo Delirium Pollum, que tuvo una asistencia de 23 mil espectadores. En 2019 celebró el 40 aniversario del personaje de Pimpolina.
En el espectáculo Sueños de Pimpolina la acompañó en el escenario Rafael Juárez (Gruñón), actor, mimo y clown egresado de la Escuela Nacional de Teatro del INBA. Colabora con Pimpolina desde 1996 y es Premio Nacional de Pantomima ITI UNESCO 1994 y 1997. Actualmente dirige la compañía Homoludens y se desempeña como docente de actuación a nivel superior.
Las funciones de Sueños de Pimpolina se llevaron a cabo el sábado 9 y el domingo 10 de abril, a las 13:30 horas, en el Teatro de las Artes del Cenart. Las personas asistentes siguieron un riguroso protocolo para la protección de todos, el cual incluye el acceso a través de un filtro sanitario, uso de cubrebocas y la sana distancia, de acuerdo con los lineamientos establecidos por las autoridades sanitarias.