La compañía Slovak Dance Theatre tradujo “Carmen” al lenguaje de la danza contemporánea
*** El montaje retoma elementos de la novela de Prosper Mérimée, la ópera de Georges Bizet y el ballet de Rodion Shchedrin
*** La visión del director eslovaco Ján Ďurovčík es plasmada en este espectáculo cuya única función fue el sábado 2 de diciembre en el Teatro Raúl Flores Canelo del Cenart
Después de una exitosa gira mundial, la compañía Slovak Dance Theatre de Eslovaquia presentó en México Carmen, la historia de la provocativa gitana andaluza y el ingenuo soldado Don José, que tiene lugar en la España del siglo XIX. Esta obra es bien conocida gracias al trabajo del escritor Prosper Mérimée y la adaptación operística de Georges Bizet, pero esta vez los personajes estuvieron ubicados fuera de un tiempo y un espacio en particular.
La cultura gitana, cuna de la protagonista de esta historia, guarda muchas características en común con las de Europa Central. “Una de las razones de por qué estoy haciendo Carmen es que se trata de una obra con gran carga emocional. ¡Me encantan ese tipo de obras!”, expresa su director y coreógrafo Ján Ďurovčík.
Esta historia de amor con trágico desenlace, presentada por los bailarines de la compañía eslovaca, representa la unión de dos mundos: uno libertino y otro conservador. Una conexión que genera malentendidos que dan pie a todo lo que ocurre sobre el escenario, en donde situaciones de ritmo vertiginoso son intercaladas con momentos sumamente íntimos y de estilo lírico.
Para su director, el montaje se presenta en forma de “teatro total”, donde la emoción está mediada por la unión de la música, la danza y la expresión dramática. Ďurovčík guarda respeto por el material original: se basa en el libreto y música de la ópera de Georges Bizet (1875) y del ballet compuesto por Rodion Shchedrin en 1967. La trama y los personajes se preservan como los conocemos, pero al mismo tiempo existe una riqueza de paráfrasis.
En Carmen, del Slovak Dance Theatre, hubo elementos del folclor eslovaco, sin ser necesariamente una interpretación de danza folclórica de aquella región. Su peculiar estilo y actuaciones han encantado a audiencias de todo el mundo, quienes incluso han ovacionado de pie a la compañía dancística.
El estreno de este montaje fue en 2010, y desde entonces ha girado exitosamente alrededor del orbe, incluyendo presentaciones en Londres, Quebec, Beijing, Roma y otras ciudades. En otoño de este año, la producción inició una nueva gira que abarcará los teatros nacionales de Croacia y de Serbia, el Aleksanterin Teatteri en Helsinki y el Teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes en la Ciudad de México.
Slovak Dance Theatre (antes Bratislava Dance Theatre) fue fundada en 1997 y es la compañía de danza contemporánea más exitosa de Eslovaquia. Es una agrupación independiente de danza-teatro en cuyos proyectos están involucrados los mejores ejecutantes de danza contemporánea en la escena eslovaca y europea. Su repertorio incluye espectáculos que interconectan elementos de música, danza y arte dramático; entre otros se encuentran The Firebird (El ave de fuego), Labuťko (inspirado en El Lago de los Cisnes), Bolero y Romeo & Juliette.
Ján Ďurovčík realizó estudios de coreografía bajo la tutela de Štefan Nosáľ en la Academia de Música y Artes Dramáticas (VŠMU) en Bratislava, capital eslovaca, y en el Instituto de Danza y Enseñanza de la Danza en la ciudad belga de Antwerp. En 1993 estableció la compañía Balet Torzo, primera iniciativa por constituir una compañía profesional de danza contemporánea en su natal Eslovaquia. En abril de 2005 se estableció como director artístico del Slovak Dance Theatre.