El séptimo Encuentro de Son Jarocho. Fiesta de las jaranas y las tarimas, colmó de música y zapateado al Cenart

*** Se llevó a cabo del 25 al 28 de abril en las Áreas Verdes del Centro Nacional de las Artes

*** Participaron más de 100 músicos y especialistas de Veracruz, Oaxaca, San Luis Potosí y la Ciudad de México. Todas las actividades fueron de entrada libre

La séptima edición del Encuentro de Son Jarocho. Fiesta de las jaranas y las tarimas, se llevó a cabo del 25 al 28 de abril en el Aula Magna José Vasconcelos y en las Áreas Verdes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), con un programa que reunió a más de 100 músicos y especialistas vinculados con esta práctica tradicional con más de 300 años de historia.

Se trató de un encuentro cultural de cuatro días en el que se ofrecieron conferencias, presentaciones de libros, talleres, fandangos, gastronomía y conciertos con un programa de excelencia que cada año convoca a miles de personas interesadas en la cultura tradicional de los pueblos del Sotavento.

El séptimo Encuentro de Son Jarocho fue posible gracias al apoyo de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, a través del Centro Nacional de las Artes, que desde el año 2013 es la sede de esta potente tradición campesina.

El director general y productor ejecutivo del Encuentro, Eduardo Lizalde Farías, señala que esta fiesta surgió a partir de que un equipo de promotores culturales consideró que en la Ciudad de México faltaba un proyecto con las características que tiene este Encuentro de Son Jarocho.

“A lo largo de estos años, han participado cientos de músicos de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y la Ciudad de México, guardianes y exponentes de un importante patrimonio intangible que pertenece a todos los habitantes de este país y que se sostiene por la lealtad de un público tenaz, que año con año colma los espacios de un Cenart vibrante bajo el repiqueteo del zapateado y los rasgueos de la jarana”.

El programa contempló conferencias que se llevaron a cabo el 25, 26 y 27, desde las 10:00 horas, en el Aula Magna José Vasconcelos, a cargo de destacados exponentes del son jarocho, como Andrés Moreno Nájera, Gilberto Gutiérrez Silva, Ramón Gutiérrez Hernández, Santiago Gutiérrez Rebollo, Santiago y Gaudencio Escribano, Fernando Guadarrama, Sael Blanco y Gabriel Cruz.

El viernes 26 se realizaron dos presentaciones de los libros Arcadio Hidalgo. Poeta, campesino, jaranero, revolucionario, de Juan Meléndez de la Cruz; y Del campo son. Historias de músicos de San Andrés Tuxtla, con la participación de Alddo Flores, Elisa Hernández, Natse Rojas y Julián Alarcón.

En los conciertos, que sucedieron durante los cuatro días del Encuentro, participaron grupos como Los Cotorritos y Sol de Amanecer, provenientes de la zona nahua y popoluca de Veracruz; Son de Madera, La Familia Escribano, Tlacuatzin (único grupo huasteco de esta emisión), Cucalambé, Zenén Zeferino y su Sonoro Sueño, Los Cultivadores del Son, Los Carretoneros, Caña Dulce, Caña Brava; Mono Blanco y Tapacamino Colectivo Musiquero, entre otros.

El viernes 26 y sábado 27 se impartieron talleres gratuitos de Arpa, Jarana, Son jarocho para niños de 2 a 6 años, Pandero, Versada, Zapateado, Guitarra de son, Instrumentos graves en el son jarocho, Afinaciones antiguas en la guitarra del son y Ensamble: la guitarra del son y el canto. También hubo una charla en la tarima con músicos rituales de origen nahua y popoluca.

Como es costumbre de cada edición del Encuentro de Son Jarocho, el sábado 27, a partir de las 21:00 horas, se realizó el Fandango nocturno en el Centro Cultural La Quiñonera, ubicado en Calle Santa Cruz 111, Barrio de la Candelaria, Coyoacán. Ahí participaron todos los músicos, poetas y versadores del Encuentro.

Por primera ocasión la Fiesta de las jaranas y las tarimas, abrió un espacio dedicado a la palabra versada, la poética sotaventina, con un ejercicio escénico el sábado 27 de abril, en el que Evelin Acosta, Samuel Aguilera, los hermanos Julio y Mauro Domínguez, Fernando Guadarrama, Citlalli Malpica, Ana Zarina Palafox y Zenén Zeferino construyeron un ejercicio de contrapunto en el escenario principal.

También ofreció a los visitantes una oferta gastronómica, la cual estuvo conformada por la una Cooperativa de Pueblos Originarios de la Ciudad de México con un menú que incluye comida prehispánica nixtamalizada, comida tradicional de la huasteca, tamales ceremoniales de frijol y haba, bebidas a base de cacao, nieves xochimilcas de garrafa y más.

“El derecho a la cultura debe ser el derecho de elevar el espíritu de un pueblo, pero también el derecho a vivir en paz. La política cultural de México debe ser la de una cultura de paz. Celebramos la postura sólida de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México a favor de nuestros derechos culturales que se refleja en el decidido apoyo a este Encuentro, así como también la voluntad de continuar con esta labor de promoción ciudadana por parte de la Secretaria de Cultura del Gobierno Federal y del Centro Nacional de las Artes”, finaliza Lizalde Farías.