Más de 6 mil 300 personas disfrutaron de la edición 21 del Festival Internacional de Piano En Blanco & Negro

*** Bajo la curaduría artística de Lázaro Azar, se realizaron 12 presentaciones en las que no sólo el piano llevó la voz cantante

*** Se ofreció un exitoso concierto en honor al fundador y apasionado impulsor de este festival, Rafael Tovar y de Teresa

*** El Canal 23 del Cenart realizó transmisiones vía streaming que fueron seguidas por más de 2 mil 800 personas en 11 países

La edición 21 del Festival Internacional de Piano En Blanco & Negro finalizó este domingo con una cifra de 3 mil 486 personas que asistieron a los conciertos en vivo, y 2 mil 816 más que lo siguieron a través de las transmisiones vía streaming que realizó el Canal 23 del Centro Nacional de las Artes (Cenart). Fue una edición que se recordará especialmente porque se rindió un emotivo homenaje al fundador y apasionado impulsor de este festival, Rafael Tovar y de Teresa, quien también fue el primer titular de la Secretaría de Cultura federal.

Además, porque en medio de la emergencia por el sismo del 19 de septiembre, el festival no canceló ninguno de sus conciertos, sino que reprogramó algunas fechas y por ello la conclusión se extendió hasta el 5 de noviembre y no el 1 de octubre, como estaba originalmente proyectado. El concierto del estadounidense Frederic Rzewski, anunciado para el 21 de septiembre, se llevó a cabo a puerta cerrada y fue grabado para que se transmita posteriormente.

Bajo el lema 12 presentaciones en las que no sólo el piano lleva la voz cantante”, el Festival Internacional de Piano En Blanco & Negro contó con la curaduría artística del pianista y crítico de música Lázaro Azar, quien procuró resaltar la ilusión auditiva que brindan el colorido y el amplio registro del piano, ya sea incidiendo en algunas de las transcripciones más brillantes que para él han sido escritas, como en su faceta de enmarcar al más depurado de los instrumentos cantantes: la voz humana.

El festival inició el 31 de agosto con el concierto del mexicano Abdiel Vázquez, quien ofreció un programa titulado Mahler. La canción de la Tierra, una obra rara vez programada que contó con la participación del tenor Joshua Denis y el barítono Michael Chioldi.

Le siguieron el pianista alemán Alexander Krichel, el italiano Vincenzo Maltempo, la española Noelia Rodiles (quien sustituyó a Sophie Pacini, por enfermedad), el norteamericano Philip Fortenberry, la venezolana Edith Peña y el célebre compositor estadounidense Frederic Rzewski, quien interpretó su propia música, un hecho que constituyó un hito para la música de vanguardia en México y para la historia de En Blanco & Negro.

También se presentaron los mexicanos Guadalupe Parrondo y Rodolfo Ritter, el cubano Jorge Luis Prats, el británico Steven Osborne y el pianista belga Florian Noack. El concierto que resultó memorable entre el gran despliegue de talento que se exhibió en el festival, fue el que se dedicó a la memoria de Rafael Tovar y de Teresa, donde Francesco Libetta, uno de sus pianistas favoritos, interpretó dos de las sinfonías más afamadas de Ludwig van Beethoven, en arreglos de Franz Liszt, la Quinta, y, en conjunción con Scipione Sangiovanni, la Novena, enriquecida con la participación de un selecto elenco vocal dirigido por James Demster y encabezado por cuatro jóvenes cantantes con proyección internacional: Karen Gardeazabal, Cassandra Zoé Velasco, Benito Rodríguez y Enrique Ángeles, acompañados del Coro En Blanco & Negro.

Todos los conciertos del Festival Internacional de Piano En Blanco & Negro fueron transmitidos vía streaming y seguidos por espectadores de Estados Unidos, Italia, Filipinas, España, Colombia, Chile, Canadá, Brasil, Argentina y Alemania, así como en numerosas ciudades de la República Mexicana.