La Compañía Nacional de Teatro estrena en el CENART “Enemigo del pueblo”, de Henrik Ibsen, versión y dirección de David Gaitán

* Cuenta con el diseño de escenografía e iluminación de Alejandro Luna
* El espectador habitará la contradicción de un conflicto ético y moral en el territorio de lo público y lo privado

La Compañía Nacional de Teatro del INBA estrena en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) la obra Enemigo del pueblo de Henrik Ibsen, versión y dirección de David Gaitán. El Teatro de las Artes recibirá este montaje que cuenta con el diseño de escenografía e iluminación de Alejandro Luna, y que ofrecerá temporada del 6 de septiembre hasta el 1º de octubre, con funciones de miércoles a domingo.

David Gaitán, autor de más de 20 obras de teatro, está interesado en la cualidad ensayística de la obra dramática que permite plantear conceptos, teorías, posturas y polemizarlas al ritmo en que se van desarrollando de modo ultra poderoso en la sofisticación que este arte implica como plataforma de comunicación.

Entusiasmado con la diversidad de capas de comunicación que posee una obra, virtud distinta a la plataforma de ensayo en papel que implica un tono y una cualidad académicas, Gaitán comenta que las posibilidades del teatro permiten vestir, teatralizar y acompañar una obra como Enemigo del pueblo, de todo un universo plástico que puede incluir humor o frivolidad si así se desea.

Escrita por Ibsen en el ocaso del siglo XIX, la obra que se estrena aquí, 134 años después, sucede en un pequeño pueblo que festeja la construcción de un balneario local. Desde que se abrió, todos tienen más dinero. El doctor del pueblo, Luis Stockman, es un hombre desagradable, pero inteligente. El doctor hace un descubrimiento complicado. El hermano del doctor es el alcalde del pueblo. Ambos saben de responsabilidad social. En el pueblo sólo hay un periódico. Todos confían en lo que ahí se publique. ¿Es posible que una pregunta tenga dos respuestas aparentemente éticas, pero contradictorias?

Reescribir, compactar la problemática de forma que ésta ocurra entre seis personajes, ―en vez de los 10, más la gente del pueblo que están originalmente en el texto―, implica plantear nuevas motivaciones en los personajes y hacerlos un poco más complejos, comenta Gaitán sobre su versión de este texto de Ibsen-, al que considera una obra maestra.

La compresión de los personajes le abre la oportunidad al dramaturgo y director de que éstos sean mucho más complejos, como sucede con Luis Stockman, “al que Ibsen rodeó de otros personajes que tienen una función más bien operativa que le da volumen y cuerpo a su problemática y, eventualmente, al discurso final de la obra”.

Su versión, integra también personajes femeninos muy articulados, a diferencia del texto original: “Me importa mucho que veamos mujeres empapadas de la situación en la que se encuentran, con sus propios puntos de vista, que accionan y son determinantes en la anécdota. El personaje de Amanda es lo opuesto a una mujer sumisa que escucha, acompaña, solicita y resiste la violencia”.

Convencido de que el mejor homenaje que se puede hacer a un texto clásico es su reescritura, David Gaitán propone que Enemigo del pueblo le hable al espectador de su presente. Si bien la problemática que planteó Ibsen en su obra publicada hace poco más de un siglo es absolutamente vigente, el también director considera que no nutrirse de eventos recientes a propósito del tema de la democracia de masas, sería una oportunidad desaprovechada.

“Lo que me gusta de hacer estas reescrituras, es problematizar sobre temas que muchas veces están apuntados en el original de manera tangencial. En esta versión, por ejemplo, me interesa debatir sobre la relación de la prensa con el gobierno y sobre la lealtad manchada de negociación y venganza. Sin embargo, un asunto de importancia capital es la correlación entre el territorio público y el privado, lo que actualmente implica hablar de las plataformas de información, y si lo particularizamos más, de las redes sociales”.

Entre los elementos más radicales que diferencian el original del dramaturgo noruego de la versión del joven dramaturgo mexicano, se encuentra la necesidad de que el público opine sobre el universo de lo moral, lo que se vincula con el cambio de carácter del personaje de Stockman, que en la obra publicada en 1883 es un hombre cálido y amiguero que evita la confrontación y a quien le gusta la buena comida. En la versión mexicana es todo lo opuesto: un hombre violento, misógino que busca la confrontación y es torpe socialmente.

David Gaitán espera del espectador una participación masiva, anónima, lúdica y violenta, que es parte de lo que percibe en el último monólogo del personaje de Stockman. “La idea, sustentada en un asunto ético, es darle la oportunidad al espectador de opinar respecto a dónde radica una falta reprobable del personaje central, quien tiene una conducta determinada y al mismo tiempo lucha por un buen objetivo. Me gusta obligar al público a que habite esa contradicción y ponerlo en problemas a propósito de la etiqueta que se le deba poner a un personaje respecto a si es ‘bueno’ o ‘malo’. Busco conducir al espectador a esa reflexión, de modo que al final tenga dificultad para establecer una relación con el personaje, ante el que no le será fácil tomar una postura”.

La búsqueda de una falta reprobable  por parte de Stockman, que en el término de lo moral pudiera ser válida para expulsarlo de su comunidad o no ―afirma Gaitán―, alude a qué tanto estamos reprobando conductas propias de la intimidad, que en la actualidad nos es permitido hacer públicas para que podamos calificarlas.

Enemigo del pueblo, en versión y con dirección de David Gaitán, cuenta con el diseño de escenografía e iluminación de Alejandro Luna, diseño de vestuario de Mario Marín del Río, diseño sonoro de Rodrigo Espinosa y diseño de maquillaje y peinados de Maricela Estrada.

Participa el elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, integrado en orden alfabético por David Calderón, Luis Rábago, Juan Carlos Remolina, Antonio Rojas, Astrid Romo y Amanda Schmelz.

La temporada culmina el 1° de octubre, con funciones miércoles, jueves y viernes a las 20 h, sábados 19 h y domingos 18 h, excepto 15 y 16 de septiembre, en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes, ubicado en Río Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan, colonia Country Club, Ciudad de México. Estacionamiento gratuito.