“Hoy de ayer”, una exposición con la que el Cenart rindió homenaje a Manuel Enríquez por el 90 aniversario de su natalicio

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  • Su legado representa una importante contribución al patrimonio cultural de México
  • Se exhibieron partituras originales de sus obras más representativas, foto, videos, cartas, postales y dibujos de algunos de sus amigos
  • La muestra permaneció abierta del 13 de octubre al 13 de noviembre, en la Galería Juan Soriano de la Biblioteca de las Artes

La Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, a través del Centro Nacional de las Artes (Cenart), rinde homenaje a Manuel Enríquez en ocasión del 90 aniversario de su natalicio, mediante la exposición documental Hoy de ayer; la cual reúne una selección de testimonios, felicitaciones y pensamientos con textos epistolares escritos por diversas personalidades de la música y la cultura de México y el extranjero, que datan de 1986 cuando el compositor celebró sus 60 años de vida.

Esta muestra, inaugurada el 13 de octubre, a las 19:00 horas en la Galería Juan Soriano de la Biblioteca de las Artes, brinda al público la posibilidad de acercamiento íntimo al músico polifacético, creador prolífico, implacable defensor de la música mexicana, pertinaz promotor de las corrientes musicales de su tiempo, quien significó para su generación y momento un giro radical, decisivo y renovador, equivalente al que Carlos Chávez encarnó para la música mexicana durante la primera mitad del siglo XX.

El director general del Cenart, Ricardo Calderón Figueroa, señala que el patrimonio musical de Manuel Enríquez es inmenso y su influencia decisiva y determinante en la vida y el quehacer musical de nuestro país. “Se trata de una enorme personalidad que ha desaparecido dejando una huella poderosa en la historia de la música mexicana, por eso hoy se reconoce su talento natural y sólido oficio, dominio cabal de los lenguajes tradicionales y profunda exploración de los contemporáneos, versatilidad, coherencia en el itinerario composicional y plena inmersión en la música, no sólo como compositor sino como violinista, difusor de la música mexicana y las corrientes musicales más avanzadas, todos ellos conceptos que inevitablemente sugiere su nombre”.

Manuel Enríquez. Hoy de ayer 1926-1994, fue realizada con el apoyo del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical “Carlos Chávez” (Cenidim), del Instituto Nacional de Bellas Artes. El trabajo de curaduría fue realizado por Susana Alfaro de Enríquez, viuda del músico, quien desde el año 2002 depositó en la Biblioteca de las Artes el fondo documental, integrado por partituras manuscritas, programas de mano, invitaciones, notas de obra, fotografías (positivos, negativos y diapositivas), grabaciones, archivo vertical, personal y de correspondencia, revistas y libros.

Manuel Enríquez Salazar fue compositor, violinista, docente, organizador, promotor cultural y defensor de la música contemporánea, dentro y fuera del país. Fue además uno de los nombres más destacados de la nueva música mexicana durante la segunda mitad del siglo XX. Nació en Ocotlán, Jalisco, el 26 de junio de 1926, en el seno de una familia de músicos; su padre y su abuelo fueron violinistas. Fue el mayor de seis hermanos: Manuel, José, Jesús, María del Carmen, María Teresa y Rosa María; los primeros  cuatro se convirtieron en músicos profesionales.

A los cinco años sostenía un violín en la mano y otras veces jugaba con pequeños trozos de madera en el taller de carpintería de su abuelo materno y sus tíos, que eran constructores de barcas. De ese entonces surgió su interés y habilidad por diseñar y crear sus propios muebles de madera.

Aprendió a tocar el violín con su padre y fue hasta que la familia se mudó a Guadalajara, en 1932, cuando inició sus estudios formales de violín con el maestro Ignacio Camarena. Años más tarde, viajaba cada semana a la ciudad de Morelia para recibir las enseñanzas del compositor Miguel Bernal Jiménez.

En 1955 obtuvo una beca para estudiar en la Juilliard School of Music de Nueva York, tras haber concluido la Licenciatura en Contaduría en la Universidad Autónoma de Guadalajara, por exigencias de su padre. En 1956 terminó sus estudios de maestría en la misma escuela estadounidense, donde obtuvo el Master of Science Degree in Music with Major Study in Violin and Chamber Music. En esa institución tuvo como profesores a Ivan Galamian, Louis Persinger, William Primrose y Peter Mennin, pero Stefan Wolpe, discípulo de Anton Webern, fue quien causó más impacto en su formación.

Regresó a México en 1958 para ocupar la plaza principal de los segundos violines en la Orquesta Sinfónica Nacional. Durante 1960 tuvo gran actividad como violinista, estrenando obras para violín de compositores contemporáneos nacionales y extranjeros.

En 1963 fundó el Cuarteto México, con Luz Vernova, Gilberto García y Sally Van den Berg, grupo con el que realizó giras internacionales durante 1973 y 1975 y en 1971 obtuvo la beca Guggenheim y volvió a viajar a Nueva York para trabajar en el Columbia-Princeton Electronic Music Center y en laboratorios similares localizados en Europa.

En 1979 fundó el Foro Internacional Música Nueva, el cual dirigió hasta 1994, año de su fallecimiento. A partir de 1995, dicho encuentro recibió el nombre de Manuel Enríquez y continúa siendo uno de los más importantes y duraderos de la música contemporánea en México, el cual se ha realizado de manera ininterrumpida durante 38 años.

Como compositor estuvo presente en los encuentros internacionales de música nueva más notables, como el Festival Otoño de Varsovia, los Cursos de Darmstadt, el Festival Internacional de Música de la OEA, en Washington; el de la Primavera de Praga; el de Música Electroacústica de Bourges y el Encuentro de Música Electrónica en Cuba.

Escribió más de 150 obras, incluyendo música electrónica y para cine, campo en el que ganó una Diosa de Plata por la musicalización de la película Muñeca Reina.

Su participación activa y comprometida con el desarrollo de la música mexicana lo llevó a formar parte del Consejo Técnico de la Orquesta Sinfónica Nacional y del Consejo Técnico del Ballet Clásico de México. También se desempeñó como jefe del Departamento de Música del INBA, director del Conservatorio Nacional de Música, director del Cenidim “Carlos Chávez” y como miembro de la Comisión Pedagógico-musical del INBA y del Consejo Directivo de la Sociedad de Autores y Compositores de México, además de Director Nacional de Música.

Su inesperado fallecimiento ocurrió el 26 de abril de 1994, cuando se encontraba escribiendo Zenzontle, pieza para flauta y orquesta de cuerdas, de la cual sólo terminó el primer movimiento.

De acuerdo con el investigador, compositor y musicólogo Aurelio Tello, Manuel Enríquez fue un pilar esencial del arte sonoro mexicano. “Su extenso catálogo, de cerca de 150 títulos, comprende prácticamente todos los géneros instrumentales, algunos esporádicos acercamientos a la música vocal, la música electroacústica, la música con sonidos puramente electrónicos y la multimedia. Cultivó el nacionalismo en su Suite para violín y piano y en su Sinfonía I. Abordó la politonalidad en su Sinfonía II y en la Obertura lírica. Transitó brevemente por el serialismo dodecafónico, aunque lejos de la ortodoxia que promovieron los discípulos tardíos de Schöenberg”.

“Cuando se haga una evaluación justa y ecuánime, serena y desapasionada, de lo que fue la música mexicana del siglo XX, el nombre de Manuel Enríquez quedará incólume, inamovible, intacto, indemne, y su legado será reconocido en toda su dimensión, como la obra del gran músico que hubo en él”, escribió Tello.

La exposición Manuel Enríquez. Hoy de ayer 1926-1994 permanecerá en exhibición de lunes a domingo de 10:00 a 19:00 horas, hasta el 13 de noviembre, en la Galería Juan Soriano de la Biblioteca de las Artes. La entrada es libre.

De manera complementaria a esta exposición, el Cenart presentará el 29 de octubre, a las 17:00 horas en la Galería Manuel Felguérez del Centro Multimedia, un conversatorio en torno a la vida y obra de Manuel Enríquez, en el que participarán Carlos Cruz de Castro, Eugenia Revueltas, Susana Enríquez y Javier Platas.

El mismo 29 de octubre, a las 19:00 horas, el Auditorio Blas Galindo será escenario del concierto que ofrecerá la Sinfónica de Oaxaca, dirigida por Juan Trigos, en el marco del XXXVIII Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez. Ambas actividades también son de entrada libre.